Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

martes, 4 de diciembre de 2018


No sé qué hago sentada en este borde filoso,

Sino pensar que valgo poco por estos caminos,
de perfecciones, de maravillas ocultas por el cinismo..


Los restos de mí se hallan en un lugar atrevido,
donde el péndulo no deja de oscilar,


Los restos de mí no se ocultan detrás de columnas falsas,
porque si yo quiero ser una loba, soy una loba,
no tengo que tapar mi piel con la del cordero..


No sé, no sé, qué hago sentada en este borde filoso,
sino pervertir.me ... Fumar carcajadas de humo,
con un sombrero rojo, desnuda, si, queriéndome,
alborotada, loca de rabia por tener la facilidad de poder tocar
un cielo, solo con mirar-te..


Me he ahogado,
se ha parado mi corazón mil veces,
pero soy una mujer que acostumbra a sentarse
en este borde filoso,
con las tetas libres, con los pies desnudos,
con un trozo de chocolate y cromos, por si se me olvidan los
días de niña..
Soy un descaro y qué libre cuando lo grito...



María Gladys Estévez.


lunes, 26 de noviembre de 2018









Quién eres tú, que permaneces ahí, sentada en ese banco, con la lluvia mojando -te.
Recordando-te . Dijo.
Como un diluvio se vinieron tus letras, 
y yo mojada de agua besé cada una de ellas...
Qué haces ahí callada y tan años? No sé , dijo.
Recordandot-te.
Eres un piano y tu música acaricia mis pechos,
y siento que me bebes.... A estas alturas de mis siglos,
Yo no soy de este tiempo,
porque no veo ese juicio que alguien dijo,
no veo esas guerras,
Me empecino en vivir en las ramas, igual que los pájaros, libre.
Eres como la heroína para mí, dije.
Qué vives? , mi propio yo, dijo.
Y como un diluvio se vinieron tus letras,
y yo, en otra vida mojada de agua, de tu boca,
morí, morí...
Ni los cuchillos, ni la espada,
yo no soy de este mundo,
solo mírame...
y en lo profundo de mis ojos,
las mil vidas que me han llamado a la puerta...
Qué haces?- Verte, dijo. solo verte...



María Gladys Estévez.

viernes, 20 de julio de 2018

Caimanes








A nadie importa, importo.

Cuando vengo cruzando un jodido mar.

Cuando llevo en el vientre una criatura.

No importa el hambre de mis tripas,

ni el grito en mi garganta, tragando agua,

muriéndome ...

No importa a nadie, no hay nadie,

cuando la sangre en tiendas con arapos, corre 

corre como un río.. 

A nadie, no hay nadie,

Escapo aterrado de frío de miedo...

Me atrincheran, me bofetean... y lloro.

Un mercado hediondo se hace boca de lobo.



Mercaderes con corbata,

con la mejor gafa en los ojos,

y yo ciega y ciego...


Qué iniquidad! Maldita tierra! 

Maldita mentira!



sábado, 14 de julio de 2018



Eres música cuando te miro,
cuando tú no percibes que te miro.

Eres la sangre que corre en mis venas,
cuando tú no sabes que lo pienso...

Eres un único elemento en la tierra,
el mejor olor el mejor sabor
cuando tú no sabes que lo digo.

Eres un volcán en mis sueños,
cuando tú quizás ni lo sepas...




viernes, 15 de junio de 2018

De los placeres






Sentirse abrazada con un cruce de miradas, resplandece el sol. Supura el deseo…
Jazmines en los tobillos, el velo se desprende y cae a la Baluch roja, el cuerpo se contonea, son las ondas de arena del desierto, son pechos dorados que ahora se besan con la suavidad del mejor de los afeites, se desliza la lengua zigzagueando y bordea la areola bronce, un gesto, placer, la alcazaba se cubre del gris plateado de la tarde, rezuman los cuerpos, gota, a gota, el abrasador deseo, brillan los muslos, delicada piel, el roce de las manos de él hasta llegar a la fronda del helecho, huele a azahar. Se agita el cuerpo tendido, vuelve un beso al ombligo donde reposarán las gotas de él, como un oloroso perfume. El rags baladi comienza, la pelvis es una serpiente que vibra, acercando aún más los labios, la lengua, susurros, pliegues de piel encontradas y acariciadas, un devenir de dos.

El recreo de sus juegos se ralentiza, palmo, a palmo, un gemido se escapa de ella, otro beso, y otro, y otro, Shhhhhhhh... con la palma de la mano cubre los labios sedosos, sigue la celestial danza, ahora suspiros, ahora gemidos, ambos cuerpos agonizan, se cruzan las piernas, el sudor es la saliva de ambos, cimbrea el ombligo, ese poso de virtudes. Es arrollada, embiste él, y se deja, se deja y aprieta, ya están unidos, se aviva el fuego, los brazos embellecidos de brazaletes se tienden en cruz, y vuelven para rodear el meloso placer de él, embiste, embiste y ella agoniza con él dentro, ahora rasga la baluch sus manos no pueden estar quietas, y no quiere, no quiere. Atenazados, amordazados, llega el clímax, se unen los labios se regalan los placeres, las lenguas, y otro clímax…

jueves, 14 de junio de 2018

Algo raro



Y pensar que la tenía tan cerca, la tenía siempre, se dijo. No supo verla, no quiso o, no pudo.

El caso es que ya sea su ceguera maldita para observar lo hermoso, ya sea su modo de ver el mundo, 

le pasó factura el ser tan tremendamente obsoleta y distraída...



martes, 29 de mayo de 2018


Yo te he mancillado,
porque toqué tu cuerpo,
y tenía mis manos llenas de barro...
En ti ha quedado la mancha, los besos,
mi posesión anclada a tus piernas...
Yo te he ultrajado.. he pecado, gravemente,
porque supe cómo eras..
Eres un dios que se retuerce en un mar de placer...
He querido sentir cuando tú sientes,
al mismo tiempo y los dos,
como cuando a veces el sol y la luna se acarician.

Nada es mejor que dejarme ir, a sabiendas, que tú, lo mismo haces.
Eres mi espejo, mi yo.
Mi caudal repleto de besos ( Ánfora)
Te quiero en mi ombligo a gotas,
a ríos cuando te desbordas...
Y te quiero despoblado,
indefenso...
Tú, mi invitado de siempre...
que llevas pura melaza para el bien de mis pechos..
Mejor una copa de tu río, mejor beberte.
Pecado forzoso, río de tinta,
te quedas con mi sello en tus labios...


lunes, 21 de mayo de 2018


Aún en el desastre que causa un bombardeo en una ciudad matando personas, quemando casas, destripando ilusiones, aún con tanto dolor, puede quedar allá, en la cima de una pequeño monte, una fila de retamas, un pequeña plantación de romero, o de lilas. Y es que la vida es ese sentido del que nunca se tiene consciencia del todo, la vida es lo que hacemos mientras tanto; es una frase que he leído por ahí, o algo así dice. El caso es que en parte es cierto, aunque la certeza nunca es probada, es mi opinión, la aprobación de cualquier cosa es algo poco tangible, algo probable, como cuando dos realidades se enfrentan ¿Cual de ellas es real? ¿Qué es la realidad?...

De modo que nadie unge heridas, nadie es fiel al esclesiastés, siquiera se tiene la certeza que el hombre sea capaz de asumir el caos, o, la felicidad; realmente esos lirios, o esa fila de retamas puedan crecer a pesar de los enfrentamientos, de sesgar las vidas de los demás, podría decir que el caos, es realmente lo que sucede al rededor, la causa y efecto de todo.
Por lo tanto, mientras alguien muere, viene al mundo una criatura. Mientras se bombardea sin piedad algún un pueblo, la causalidad se adviene, quizás por capricho o locura, o devaneo, pero lo insólito es que mientras agonizan voces y gritan hambre, y se devastan hogares, puede surgir de la nada lo más hermoso, lo simple, es decir la vida y el caos de ella misma.


lunes, 14 de mayo de 2018

El aroma de los silencios


Solo quiero silencio donde reposa mi memoria,

Arbustos donde se esconde mi vida programada.

Un alzar la mano para un adiós,

Despedida.


Y luego el violín tan niño, tan doblemente hermoso,

Resuena en mis oídos... 

Un niño blanco y hermoso, delicado...
Te pariría mil veces,

Mil vidas.

Este mundo de adversidades, 
estos años de adornar paredes y cunas,

Doblemente silencio ya estoy dormida...



miércoles, 25 de abril de 2018

Diluvio

Todas la noches se vuelven sueños,

Un mar se derrama dentro, de lágrimas,

Un atizar de terribles granizos...



Infringir

La ley bastarda que mata a los estados,

La falsa omnipresencia de un Dios,

promesas, promesas: un techo sin estrellas...



Alguien se dijo: Asesina

En la oscura y silenciosa habitación,

De mesita negra con una tetera,

En el suelo la boca llena de pastillas para morir...



Tengo que no tengo

Desnuda el alma,

por descubrir nada.

Aflicción, derrota, miedo...



Folios en blanco


Superpuestos, uno a uno,

dentro la sangre molida de mis labios,

cuando suelto un grito, cuando se haya  boceando un múltiple,

orgasmo...

lunes, 23 de abril de 2018

Alisios



Allá por el año mil novecientos setenta y siete siendo yo una jovencita recuerdo aconteceres gratos, llenos de emociones, de ilusiones, de esas intensas vivencias juveniles que se quedan grabadas para siempre en la memoria, en que, unos dos o tres días en semana unas primas, y yo, solíamos acudir a casa de mi querida abuela Isabel, que residía en un camino llamado las mantecas en el barrio de la Cuesta.
Esta noche pasada soplaron los alisios, de forma diferente, un tintineo de notas musicales se expandían hacia todos sitios. Ese viento amable, mesurado, que acuna como cuando una se adentra en un mar calmo y se deja llevar y abrazar, un viento que sacude una alfombra de vivencias, y dado el caso, quiero contar lo acontecido ese año en que aún pensaba que el mundo era aquel camino de las mantecas. Dado que la orografía de mi tierra hace que abunden múltiples pendientes naturales, el camino era una de esas pendientes, pero aunque hoy en día ha cambiado notablemente, aún sigue teniendo la magia que al menos, a mi me producía el recorrerlo hasta la casa de mi abuela. Por aquel entonces, los cipreses adornaban todo el trayecto, era una magnificencia contemplarlos, y cuando los alisios soplaban en épocas de primavera y verano se les podía ver mecerse arropados unos a otros, como si en verdad dieran la bienvenida, como verdaderos anfitriones. Las casitas pintadas de colores, algunas con terrazas y sus balaustradas, y portones lucían sobre todo por la mañana con ese color ocre que da el sol en su despertar, impregnando fachadas y azoteas de esa maravillosa luz de dioses.
El olor a café recién tostado y aquella cocina chiquita y limpia, y con encajes en las baldas como adorno, y el caldero al fuego con el potaje guisándose lentamente, sin prisas, como cuando una se detiene para observar aquella nube que se aleja adormecida por las corrientes. Todo en aquella casa era magia, los geranios en la azotea, los peldaños de la escalera con soportes y jazmines en ellos, Ver a mi abuela en la cocina con su mandil de cuadros, sus ojos verdes, su piel oliva, su pelo negro intensamente negro. Siquiera se le podía escuchar caminar por las habitaciones, o por el patio, con un guayabero espléndido, siquiera ahí, cuando delicadamente quitaba las hojas secas y daba la vuelta a la fruta por ver si ya maduraba, era tan sumamente silenciosa, sin prisas, un caminar de leve paso, tanto que a mi me parecía que casi ni rozaba la baldosa.

Una se va a la cama con ese dulce recuerdo y también se deja mecer al escuchar el viento alisio, cariñoso, dulzón como un vino de brumas de ayosa…


viernes, 13 de abril de 2018

Del arrabal a la luna



 
Cuando cae la tarde y el cansancio del día pesa como una manta de lana sobre los hombros de hombres y mujeres, y los niños ya están dormidos por el mecer de unos brazos, con las barriguitas medio llenas, se arremolinan junto al fuego los que han cumplido un día más con el trabajo. Se los lleva una luna gigante a soñar, y soñando se habla de la jornada, y se habla de los hermanos que dejaron atrás en otras tierras. Del puchero en que todos comen, con pan duro, y unas risas, y unos llantos; supura la remembranza un gusano que se arrastra por entre los pies de cada uno, y al acecho están de que nos les perfore las tripas, porque otra cosa no, pero hambre, si. Se miran a los ojos ¿Quién contará una historia? Dijo alguien con un mendrugo pegado a la boca. Se frotan las manos, se acomodan y una vez acabado el puchero, un cigarro humea y parece  una centella al reflejo de la hoguera; niña termina de amamantar a la criatura, le dice el joven esposo, y que duerma como un bendito, que ahora viene la historia y vente conmigo junto a la llama., y si te duermes mejor será, que ya basta por hoy las horas de servir.
Insisten y empieza la obra, una historia para sosegar el cansancio, para provocar el sueño: Antonino dice que las lunas a veces son traicioneras, porque aún con su luz blanca matan los sueños y también asesinas porque han matado al sol. Igual son las rosas, que engañosas muestran espinas. Mientras tanto se hilan palabras, se hilan , y durante velada crecen esperanzas. Pero suena un Tango, alguien con un bandoneón remendado, hace que baile la noche, la noche con perlas adornadas, con luces de la otra ciudad que tienen delante. Y unos jóvenes bailan abrazados a la esperanza, abrazados a sus tibios cuerpos, y relucen los rostros, y gira la vida, y vuelve un nuevo día de tangos, de trabajo duro, de olvidar por unas horas que allá se quedan las tierras, que un día dejaron porque se les secaba el alma, y la piel, de un caldo que no quitaba ni el hambre ni las lágrimas…

miércoles, 11 de abril de 2018

Instantes



¿Porqué habría de coger el teléfono?, se preguntó.
Presumiblemente sabría que no era el sonido de un teléfono, que probablemente fuese la campanilla de la entrada a la casa, justo al lado de una balaustrada, siquiera recordaba quién, en algún momento, habría dejado aquella campanilla de viento y, que su tintineo había provocado el pensar que alguien llamara, simplemente por preguntar como estaba, o, por si en algún momento, alguien quisiera charlar un rato, compartir un café, o quizás arreglar el jardín, que sin duda alguna se merecía eso, ser arreglado, quitar hojas secas, remover la tierra, y querer no dejar morir los pocos geranios que esparcidos, parecían no querer secarse, un querer sobrevivir, como si corriera la sangre por sus tallos. De modo que, decidió hacer todo eso en soledad, si, realmente sacaría provecho de sus circunstancias, la de que el timbre que escuchó, no era llamada alguna, que fue la campanilla de viento, al soplar una brisa impronta provocada por las corrientes de aire provenientes de las montañas picudas, envueltas en un velo transparente de niebla.
Se puso un mandil, unos guantes, y bajo dos escalones de piedras redondas fundidas con el barro. Mientras apartaba la hojarasca, recordó aquellos años de niña, cuando la abuela hacía lo mismo y ella miraba y curioseaba: Habían gusanos, mariposas revoloteando, y lo más que le gustaba era dejar que el agua que salía como un río de la manguera, la empapara, era algo maravilloso, como un bautizo en toda regla, un hermoso bailar entre aguas...
Quitó todas las hojas secas, mimó los geranios, que, a medida que avanzaba la tarde se veían de un color más intenso. (mimar, mimar, mimar)..
Cuando terminó, se sentó en una butaca de tela vieja y descolorida por el tiempo, y mantuvo en sus manos, una taza de café arábigo, que guardaba para las visitas, o, siquiera sabía bien para que... Sintió caricias tibias en ambas manos, sintió un calor especial.

De nuevo volvieron los recuerdos, sorbía despacio, saboreando instantes. El pasado y el presente, todo ello girando a su alrededor, como un tiovivo. Comprendió al final que no le hizo falta aquella supuesta llamada de teléfono, siquiera sentirse sola por eso. Y lo mejor de todo es que vivió un largo momento a solas...

viernes, 30 de marzo de 2018

A veces me siento difusa y es que quizás ande perdida, de una forma agradable en cierto modo.

El terror de haber soñado la noche anterior aguas turbulentas, la falta de interés por no querer borrar el pasado. Estas cosas no me definen, solo que ando a gatas y siempre lo haré. Cuando recorro una calle nueva con edificios nuevos y coches aquí y allá, puro escándalo. Me hubiera gustado sentarme en aquel banco de la esquina, pero siempre está ocupado por una amalgama de cosas inservibles. No hay sitio.

Sin embargo, las calles viejas, sobre todo, callejuelas, con adoquines y un olor a distancia y a lejanía, a puros, y un sonido de folìas y blues. Las folìas los martes y miércoles, los blues, los jueves, viernes y sábados; toda esa multitud de hierbas aromáticas hacen que idolatre el pasado. Me quedo con el corazón perdido, y una copa en la mano, de vino, por ejemplo. Acunar el pasado es una de mis aficiones preferidas, besar hasta los olores, como cuando los jacintos florecen y una se detiene perpleja. Llevar una sombrilla sobre los hombros y ver cómo los rayos diminutos del Sol la atraviesan y sonreír, como cuando las personas son felices y así, sin más, se les escapa uno de esos gestos tan bonitos. Sonreír.

Particularmente me gusta ser como yo. Siempre me ha gustado ser "Conformista" "Sumisa" "Leal" NO. Es todo falso. 

Hay días que me he sentido una mesalina desnuda en una cama con grandes telas de seda alrededor, y los besos y las caricias, y el sexo, hacían que desnutriera mi cuerpo de todo. Me dejaba chupar hasta un jugo de naranja que había en la mesita auxiliadora. Gunter había sido mi fiel amigo. Nos dejamos la luna dormida y nos escapamos al otro lado, al sol. Verdaderos provodadores de sueños.

Pero siempre vuelvo. Como cuando alguien viene a casa del trabajo, a cierta hora. 

Un día no será un simulacro, sencillamente, no estaré.


lunes, 26 de marzo de 2018

El huerto



Siempre he vivido en tierra mojada por la lluvia, por alguien que  se afanó en ella y nunca dejó que se resquebrajara, siquiera una grieta..
Los horrores de tiempos revueltos, pero en mi cabeza me acompañarán siempre, aunque escuche a Chopin , o a Robe.. da igual porque yo he nacido del vientre de mi madre para ser así, como soy. (despistada, loca, atrevida)...Poca compañía por no ser snob. 

Ay pero ese borde filoso donde suelo vivir o mejor dicho, donde sueño...hace que me quite el corsé y las bragas malditas sean.  Suelo decir :  Vente que estoy... y la falda desaparece...

He enterrado mis pies en el barro de mi huerta de niña y de mujer,, incipientes pezones y cara de niña : Corre,corre!! Esfúmate de ahí fuera y no dejes nunca este sagrado patio de geranios y esta barricada de piedras de lava...

Hay muchas margaritas en mi cabello, tengo hambre de mi alma gemela, tengo el vientre surcado de finos caminos, porque  parí, con un gusto melancólico y hermoso... dos veces.

Pero esta noche no estoy, estoy entre el cercado de mi niñez: Feliz, como un ciervo libre y sin consciencia.

Suena una música que no es mi preferida, sin embargo... te deseo... vertical.. Ven.

jueves, 22 de marzo de 2018

Te tengo que llevar





Es tan fácil poder sobrevolar te,

aunque una capa de cemento se haya,

erguido, como un águila imperial, soberbia,

con garras asesinas...

O, quizás, un tumulto enfurecido de simios tratando de rasgar-nos,la piel.

Es así de simple poder imaginar-te,

aún en el ángulo muerto de mi auto rojo..

O, quizás un mar de nubes envolviendo-lo. Todo.


miércoles, 21 de marzo de 2018

Imperfecto



Cómo le diría si no está...

No existe más que en mi, 

entre mis brazos y su pecho recostado..

Le dije que si... que ... si... 

A gritos, a gritos... 

Pero no es el tiempo.. no..Ni la realidad, 

solo es algo imperfecto..

martes, 20 de marzo de 2018

Adoración







Simplemente el acontecer de una leve caricia,


mostrará el torbellino de besos anclados en mis muslos...






lunes, 19 de marzo de 2018

Aconteceres





Tuvo la sensación, mientras sorbía un poco de té, que una mosca parda revoloteaba alrededor, pero se quedó con la duda, porque al alzar la taza, justo cuando apresuraba sus labios para beber, un halo transparente bordeó la taza y su mano; o eso fue lo que ella pudo ver, lo que su mente le transmitía en ese justo momento. Naturalmente la mosca era diminuta, quizás una cría. Sus pequeñas alas de papel enérgicas recorrieron en unos pocos segundos la taza, la mano de ella, y en un rápido zigzagueo, desapareció...
Porque no habría siquiera un rumor de alas batiendo, no habría ni un leve roce.
De modo, que siguió escribiendo, y sorbiendo, y aún dudaba si el hecho había sucedido realmente, o, no. Si todo habría pasado por su cabeza, y su imaginación desbordada, le hubiera hecho una jugarreta..
Se acomodó en la silla giratoria Se recogió el pelo (ya se notaba la calidez de una primavera incipiente), colocó bien el reloj de pulsera, y giró el anillo de piedras preciosas y un foco de luz besó su rostro, de tal modo, que le pareció una caricia, una leve y ardorosa caricia venida de cualquier lugar. De la boca de aquel señor, que de vez en cuando la miraba (Ella hacía lo mismo).
Cuando hubo terminado llevó la taza, aún con la bolsita parapetada a ella, como si se hubieran fundido…
Pero luego lo segundo que hizo fue comprobar si realmente el insecto sobrevoló como un águila el lugar. O como un obús cargado de metralla.
Y allí estaba otra vez, pero la miraba, la miraba y observaba. Y eso le causó pavor.



Instantes (Por ser como soy)





Y llega una hora en la madrugada en la que ya casi estoy entrando en el sueño, cuando el parpadeo,de mis ojos cesa cuando los búhos en el jardín son los amos de la noche, con su majestuoso vuelo.

Llega esa hora en la que me describo como la loca incansable, la estúpida mujer que dejó que descosieran sus brazos y sus piernas y taparan su boca con un latigazo..

Y llega esa hora en la que me pierdo libre, libre y costosamente cara. Cruzo la calle sin ver, corro, y grito, y río.. vuelvo a nacer. El viejo tugurio de la esquina espera.

Una preciosa composición suena... los sonidos se escapan con buenos augurios y ya tengo una copa en mi mano. Oh! qué imposible resulta resucitar los atardeceres de ayer. La mirada de niña ante un espejo y entonces son dos niñas exactamente iguales las que sonríen, la duplicidad.

Pero sigo teniendo miedo. Pero sigo más loca y desapercibida que nunca. Me ahogo, me ahogo esta noche.

Triste silencio, derrota. Sin embargo deseo que me toques en sueños, un roce tuyo en mi, un beso sin compromiso, un pasar. 

Solo son sombrías letras las que se quedan aquí. Sin lismosnas puedo vivir. 

Amargamente se escucha el soplo de un ligero vendaval, que cruje en mis oídos... 


sábado, 17 de marzo de 2018



Pronto os habéis arrepentido. Prontitud. Ya vuelvo tarde, como siempre...

Más seguiré el camino que me asignaron, y no el que elegí..

Tened la seguridad de que vuesa merced ha hecho de mí un pozo de gozo...

Para no olvidar, no olvidar, hasta la muerte

miércoles, 14 de marzo de 2018

Superfialidad




Un pasillo como un camino,

lleva a la irrealidad de un dormitorio..

No es dormitorio, no... 

es una sala de tortura, donde  las muñecas están atadas, 

con trapos crueles..

Es una guarida, donde los lobos son corderos equivocados, enloquecidos,

No dan de comer en la mano, no dan un beso volado, todo es superficial...

martes, 13 de marzo de 2018

lunes, 12 de marzo de 2018

Tàcito





Como la nude sea color..que arroja dentro un río abundante,


y cimbrèa el consentimiento de unas piernas que se agitan como alas de palomas...

domingo, 11 de marzo de 2018

Mientras no estabas




Yo me descalzé antes....

Yo besé la copa de sangre y me bebí tu río...

Antes de todo... antes de ti.. 

Sintiendo que estabas, aún en la irrealidad de las luces y los gozos... 

Aún en una sombra lejana y difuminada...

Até mi beso a un clavo ardiendo... bebida del todo..

Me fui desbordada una y otra vez.. alcancé la muerte de imperiosos orgasmos.

Me defino de piel y huesos.. me defino sola corriendo en la noche sin esquinas.


Anotaciones



Ha llegado a la estación y sin embargo no se escucha sonido alguno. Como si en verdad se recreara una obra corta sin palabras, sin ruidos.

Lleva un cansancio de mochila. Lleva un tiempo de camino, deanbulando por entre esquinas y clavandose esquirlas y rompiéndose las medias de rejilla. 

Han pasado horas de siglos infinitos. Jadea en la habitación de ayer, mueve las caderas porque le gusta sentir y vuelve y más movimiento y más besos. Ahora gotea sangre...


 

viernes, 9 de marzo de 2018

Hilvanes


Rojo.

Yo, tu miseria. ¿Porqué me asusto?.

Siquiera contemplar he podido un rojo amanecer.

Mendiga de mí, yo tu miseria. Cuando bien me decías, vuelve…





Entrar en una habitación.

Es tan generoso que hayan aplausos, aunque sean de plástico.

Agradecer, agradecer.. se suele decir.

Pero mis noches son tan silenciosas de gritos,

mis labios se quedan apretados, siquiera una brizna de algo puede entrar.






Nada se olvida si no se quiere.

Sin embargo, se quedó en mi memoria el patio de geranios,

todos en latas y la luz brilla cuando son apenas rozados por algún rayo de Sol.

Y su bigote negro como la pez, sus ojos de colores. Su gruñir después de la guerra.

Su partida maldita como se destierra la basura...





Gusano

Sonaba como música de piano, de ángeles, pero eran demonios,

solo sombras y mentiras. Ya me fui de ese nadar entre cuchillos...






A mi hermana

Te sueño amarrada a tus pesadillas,

Te castraron la vida, te cercaron los puños,

con hilos de evidencia falta de respeto...


Grasa

Tengo problemas, sobre todo por la talla de las camisas,

Tengo tobillos gruesos. Pero he comido la Luna casi entera...

No se asusten pajaritos. El lobo no soy yo.






Hijo

No se puede decir que el amor para ti, de mi, es inexplorado,

No se puede decir que el amor para ti, de mi, se pueda dibujar.

Tú eres mi consciencia. Tú perteneces al gran mundo de tu interior.

Y te amo tanto, como se pueda amar algo intangible…







Casi al alcance


Una cuna para los Polluelos. Mil cunas. Dos mil cunas…

Que el mar desaparezca. Olas y olas asesinas…







Sangre

Si te disgustas con el mundo y su flora y sus gentes,
pero no con sus animales. Salvaron la atroz barbarie del hombre…





La estatua

Hierática. Con el frío del invierno. Pero no tiene boca. Ni manos.

Ha muerto hace mucho...


jueves, 8 de marzo de 2018

Ya no cuentan lo que puede significar bombardeo



Los domingos se reùnen toda la semana,

Hay copas y tazas de café todos los días,

hay habladurías... 

Cuchillos en la espalda..

Y luego pueden decir-te ,

que eres egoista y pelandrusca,

si hablas alto y claro, con un cigarro y una copa llena ...



Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...