Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Costumbres


Había dicho que comprar regalos para su sobrina era como si en verdad su regreso para la niña no significara nada, y que el regalo supliría esa ausencia, por lo tanto se negó, aunque al final cedió.
Un regalo envuelto en papel de dibujos de caballitos y globos, que nunca llegaría a las manos de la niña, porque en su empeño consideró donarlo para a alguna familia sin recursos, porque había sido recibido de una forma un tanto desagradable; la excusa de la señora, madre de la criatura fue, que la niña estaba dormida y en esa casa se respetaba los horarios muy mucho. El muchacho, que había venido de un largo viaje y tío de la niña, no hizo alusión alguna al comentario y volvió al coche, muy arrepentido por renunciar a sus principios. El cariño de los niños no se compra, pensó, y de eso estaba muy seguro, tanto, como cuando una fórmula matemática da unos resultados excelentes y muy positivos.
Sus teorías casi siempre quedaban confirmadas, en eso pocas personas se atrevían a retarlo, pero la criaturita era ajena a todo aquello, nada sabía de cosas de mayores, de lo complicado que resulta a veces conformar a las personas, de coincidir en algunos razonamientos y modos de vivir la vida, en como educar a los niños, de  modo que los argumentos cayeron en saco roto; la puerta había dado en las narices de chico, (como si una tarjeta  de stop pendiera de ella).


10 comentarios:

  1. Es cierto, el cariño de los niños no se compra, quizás se gana día a día.
    Un abrazo y Feliz Navidad.

    ResponderEliminar
  2. Las criaturitas suelen ser ajenas a los desequilibrios mentales de sus progenitores.

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. El amor, castuo, no entiende de prebendas inertes.
    Hay regalos más importantes que los regalados. Los necesitados de verdad, los abrazos.
    Y los besos.
    Como siempre, besos siempre.
    Un placer leerte y tener-te, cuando necesite momentos...pensamientos...
    Felicidades.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto lo que dices Gustavo.

      Y como siempre, besos siempre. Para cuando me necesites, siempre.

      Eliminar
  4. Triste lo que escribes, pero existe en la vida real, el comportamiento y errores de los adultos siempre dejan a los niños sin llegar a comprender, ese por qué? prndiente.
    Gracias por la vida es bella, al menos pensémoslo así, para que llegue el milagro y se haga realidad.
    Un abrazo y feliz Navidad.
    Ambar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Precioso comentario, Ambar.

      Gracias por venir.

      Otro abrazo para ti y Feliz Navidad.

      Eliminar
  5. Hay un regalo que no necesita papel celofán, ni lazos, tu amistad que siempre me llega envuelta en una sonrisa.
    abracitos.

    ResponderEliminar

Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...