Aplausos


Nada más alentador que un aplauso. Pero cuando se repiten por compromiso la vanidad de aquell@s que los reciben se convierte en un monstruo devastador.


María Gladys Estévez.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Al vaivén de un columpio

Ella era única. Su risa grotesca engullía todas las penas, sus maneras nada delicadas, y una cabellera poco cuidada. Ella vivió al vaivén de un columpio. Un espléndido sarcófago conserva su cuerpo donde se puede leer:

Laugh laugh laugh.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ballade pour Sophie

Ballade pour Sophie

Se habían despedido el mismo día en que se encontraron, solo que, ninguno de ellos lo sabría hasta pasado unos años, en que, l...